Todos los meses recibimos en la editorial decenas de libros inéditos que pretenden ser editados. Por desgracia, nunca podemos responder a todas esas iniciativas. A veces la sensación que tenemos es que todos quieren escribir, todos tienen algo que decir, todos aspiran a ganarse la vida con las letras, cuando, normalmente, esa idea resulta hasta descabellada. Escribir es un oficio al que hay que dedicarles muchas horas de escritura, pero muchas más a la lectura apasionada. Leer es la única forma que tenemos de aprender los secretos de este arte, pero leer sintiendo es la única forma de escribir con sentido. Ojalá todo lo que escribimos y queremos comunicar saliera desde dentro, desde lo más profundo de nuestra alma. Creo que Charles Bokowski lo expresa a la perfección. 

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.


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