La primavera siempre llega cargada de muchas cosas. Especialmente de renacer, de renovación, de vida. La vida es, sobre todo, un momento de compartir, de abrazar, de resucitar el sentimiento de esperanza en el ser humano. Los poetas, los escritores, los místicos y los científicos lo saben bien. Por eso en el mundo de las letras, en la vida de los libros, estos meses son tan importantes. Se abre la puerta al mundo, se transmite y comparte conocimiento y amor, se vive de una forma intensa la mítica de la lectura, la observación del universo a través de esa maravillosa ventana que es el libro. Nosotros seguimos siendo transmisores de esas cosas, de aventuras, de poesía, de cuentos, de belleza, de nueva consciencia, de altos ideales, de pensamiento, sobre todo, de cultura humana. Nuestro cometido es la de ser transmisores de esa parte que nos corresponde como entidades vivas y agradecidas por el momento histórico que nos ha tocado vivir. Es por eso que agradecidos, seguimos con nuestra misión renovadora.
Editorial: Séneca
Mis respetos para usted doctora Natalia. Eres un sol entre tanta obscuridad. Muchas gracias por su trabajo, gracias por despertar…